Electric Weekend (Parte 1)

A las 7:30 de la mañana la luz del sol me despertó y el primer pensamiento que me vino a la cabeza después de cagarme en el propio sol fue: ESTE ES EL GRAN DÍA. Tras tragarme los dos últimos capítulos de dragon ball GT que hacían esa mañana en la tele, Manu pasó a buscarme, y tras recoger a Javi, pusimos rumbo a Madrid. Paramos en una estación de servicio de Albacete y tras almorzar unas “papadelta”, subimos al coche en dirección a móstoles. Una vez llegamos a móstoles dejamos las cosas en el hostal, comimos en el burguer king y tras unas discusiones sobre gastronomía, pillamos el metro hacia getafe. A las 15:10 estábamos haciendo cola y mirando las amenazantes nubes que cubrían la localidad madrileña. A las 15:45 todavía no habían abierto las puertas y se puso a llover bastante. Cagándonos en todo por perdernos a Nothink y porque llovía, la fila empezó a avanzar y a las 16:15 ya estábamos dentro del recinto y bastante mojados. Suerte que Nothink al final actúo a las 16:40, hora en la que nos pusimos en cuarta fila dispuestos a ver el primer recital del día

Nothink 16:40, escenario 2

Con una puntualidad impropia de este país empezó a sonar The red carpet augurando la mejor actuación que se puede ver de un grupo nacional. Con la primera canción ya vimos que el sonido no era afín con la energía que desprendía Nothink en el escenario. Se oía todo muy bajito pero la gente, desde el primer acorde, ya se puso a saltar y hacer pogos, y cuando estos cesaban, Juan nos animaba a las miles de personas que estábamos disfrutando del show. Como ya he dicho el sonido no era muy bueno, pero me quedé flipado con la actitud del trío madrileño que no paraba de animar al público e interactuar con ellos, pero lo mejor de todo fue las caras que tenían. En mi vida había visto a nadie tan feliz y disfrutar tanto encima de un escenario, parecía que había perdido la virginidad ese mismo día. Al final los tres se acercaron al público en un alarde de agradecimiento mutuo, incluso Juan se atrevió a bajar para saludar a todos los que estaban en primera fila.
Como esto siga así, el pan de cada día va a ser ver a Nothink tocando ante miles de personas en cada uno de sus conciertos.

Nothink - Welcome to hill valley

Biffy clyro 17:20, escenario 1
Tal y como acabó Nothink nos fuimos cortando el viento al escenario 1 a ver a Biffy clyro y por suerte ya había dejado de llover, pero llegando al escenario empezaron a sonar los primeros acordes del trío escocés. Rápidamente nos situamos lo mas cerca posible acabando muy cerca de los Biffy. Nunca los había visto en directo y flipé con la energía que desprenden encima del tablado y lo fuerte que tocan dándolo absolutamente todo, especialmente Simon Neil. Tocaron prácticamente todo el “puzzle” haciéndolo sonar mejor incluso que en su disco de estudio. Fue un concierto muy enérgico en el que pude comprobar que Biffy clyro se están convirtiendo en una de las grandes bandas de europa, ya que su pureza compositiva estaba a la altura de su puesta en escena a tres voces. Me sorprendieron muy gratamente, aunque no tocaron ninguna canción del infinity land ni del Vertigo of bliss.

Biffy clyro - Love has a diameter

Millencolin 18:05 escenario 2

Tras quedarnos boquiabiertos y mas que satisfechos por el pedazo de concierto de los Biffy Clyro, volvimos al escenario 2 a ver a Millencolin.
El grupo sueco empezó con garra, pero el sonido era una auténtica basura. Las guitarras no se oían una mierda, pero los suecos no paraban de moverse al mas puro estilo californiano agitando a los miles de asistentes a su concierto. Tocaron temas de casi todos sus discos, haciendo un repertorio propio para un festival con clásicos a punta pala como Mr Clean o Fox. No se centraron demasiado en su último LP (Machine 15), pero la verdad es que con la basura de sonido supieron sacar la casta que le has llevado a ser un de los mejores grupos de punk californiano. Para el final dejaron su clásico por excelencia “No cigar”. Era espectacular como toda la carpa entera botaba y disfrutaba como si fuese la despedida de este cuarteto.

Millencolin